Cerca de cuarenta sitios para bucear; playas de arena blanca y suave; un mar azul pero que también es verde y de tonos lila… A las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, en el Caribe suroccidental, en Colombia llegan viajeros de todo el mundo en busca de estas postales perfectas para comprobar que en la brisa, en los cocoteros y en las sonrisas despreocupadas de sus habitantes vive la alegría de Colombia.
A 700 kilómetros de la costa continental colombiana se encuentra la isla de San Andrés, un pequeño paraíso en el que las influencias de ingleses, españoles, piratas y corsarios se mezclaron para dar como resultado una cultura rica que se mueve al son del reggae. Es un destino perfecto para disfrutar de la playa, practicar deportes náuticos, bucear y hacer eco-turismo, en San Andrés hay influencia de holandeses, españoles, ingleses y africanos: de ahí la multiculturalidad de los isleños.
Desde el avión, la tarjeta de presentación de San Andrés es su mar de siete colores que alberga peces coloridos y corales rebosantes de vida que encantan a los viajeros. Después de una tarde de playa y compras en el puerto libre, la noche se presenta con fuerza para llenar de música y baile el ambiente, pocos logran vivir la San Andres rural porque poco se da a conocer, opacada por la San Andrés turística la mas vista y promovida
En las islas del archipiélago, que cuenta con la Reserva de la BiosferaSeaflower, declarada por la UNESCO, los turistas se asombran con los colores de la vida submarina; se divierten con actividades como kitesurf, windsurf y jetski; nadan en piscinas naturales que las olas han esculpido en las rocas y saborean platos preparados con lo mejor del Caribe: langosta, pargo, cangrejo, caracol y mucho más.
Los turistas también pueden disfrutar, después de quince minutos a bordo de una lancha que levita sobre las aguas tranquilas del mar de San Andrés, Colombia, de la isla famosa por sus playas y Coco Locos: Johnny Cay. Playas de arena blanca que abrazan el verdor de las palmeras; bajo ellas una sombra fresca en la cual se prueban exquisitas mojarras fritas con plátano y deliciosos cócteles. La playa es perfecta para caminar hasta darle la vuelta a la isla; en algunas áreas sobresalen exóticas formaciones coralinas que hace unos hermosos pozos de agua que reflejan el cielo azul, hasta fundirse con el mar mismo donde disfrutara San Andrés.
La banda sonora del lugar es el reggae y los colores que lo adornan son los de la bandera rastafari. Pisar el suelo de Johnny Cay es dejarse llevar por el vaivén de la música y disfrutar junto con los isleños que atienden a los viajeros en medio de sonrisas y bromas. De las hojas de palma, no sólo sale sombra sino también sombreros, canastas y un sin fin de artesanías tejidas frente a los turistas en San Andrés.